Maestro Eckhart

Eckhart de Hochheim, también conocido como Maestro Eckhart, fue un filósofo, teólogo y místico cristiano que nació en Tambach, Turingia, en 1260 y murió en 1327.

Tras ingresar en la orden dominica en su juventud, estudió en Colonia y París. Ascendió a los cargos de prior provincial de la orden dominica en Sajonia, vicario general en Bohemia y superior general en toda Alemania, alcanzando este último puesto en 1312.

En los últimos años de su vida, el maestro Eckhart tuvo que hacer frente a acusaciones de herejía. En 1329, el Papa Juan XXII consideró imprudentes once de sus tesis y heréticas el resto. A pesar de ello, la influencia de Eckhart persistió de forma significativa en el contexto de la mística medieval.

Misticismo especulativo

En el siglo XIV, la teología racional, apoyada por los eminentes filósofos griegos, se enfrentó a una profunda crisis, generando la urgente necesidad de restablecer un vínculo más íntimo entre el ser humano y Dios a través de la fe. La razón perdió su posición de suficiencia para consolidar esta unión, dando paso al despertar de la mística especulativa. En este contexto surgió la figura del Maestro Eckhart.

Dios

Eckhart defendía un concepto de Dios y del universo que no sólo se basaba en la teología y la metafísica, sino también en su interpretación de la experiencia mística.

Hizo una distinción entre Dios, representado en las tres personas de la Trinidad, y la Divinidad (Deitas), que es el fundamento de Dios, pero indescriptible. La Divinidad se manifiesta a través de un proceso eterno en las Personas de la Trinidad.

Del mismo modo, Eckhart hizo una distinción entre las facultades del alma y el «fundamento» del alma, también conocido como Fünklein, chispa o Grund. A través de la contemplación, es posible alcanzar este Fundamento, dejando de lado las actividades discursivas e imaginativas que caracterizan la vida consciente. Al hacerlo, uno se hace uno con la Divinidad.

Eckhart explicó que la Divinidad es inefable, ya que es una unidad pura y, por tanto, no puede describirse. Sin embargo, su doctrina se centraba principalmente en la experiencia mística, que implica un estado mental indescriptible en términos de pensamientos o imágenes.

El alma

La necesidad de abordar el conocimiento contemplativo llevó a Eckhart a desarrollar una psicología compleja.

  • Para él, el alma opera en un nivel más elemental, a través del cuerpo, ejerciendo poderes de digestión, asimilación y sensación.
  • En un nivel superior, el alma se manifiesta a través de los poderes de la ira, el deseo y el intelecto inferior (el sensus communis o «sentido común»).
  • En un tercer nivel, el alma actúa a través de la memoria, la voluntad y el intelecto superior.
  • En el cuarto nivel, es teóricamente posible conocer las cosas de un modo totalmente abstracto, es decir, como formas puras, en otras palabras, conocerlas tal como preexisten en el intelecto de Dios.
  • Por último, el alma puede alcanzar un tipo de conocimiento en el que Dios es percibido tal como es.

Frases

«El ojo a través del cual veo a Dios es el mismo ojo a través del cual Dios me ve; mi ojo y el ojo de Dios son un solo ojo, una sola visión, un solo conocimiento, un solo amor».

«La espiritualidad no se aprende huyendo del mundo, ni huyendo de las cosas, ni volviéndose solitario y retirándose del mundo. Por el contrario, necesitamos aprender una soledad interior, dondequiera o con quienquiera que estemos. Necesitamos aprender a penetrar en las cosas y encontrar allí a Dios».

«Los teólogos pueden discutir, pero los místicos del mundo hablan el mismo lenguaje».

«Nada en toda la creación es tan semejante a Dios como la quietud».

«De hecho, es en la oscuridad donde se encuentra la luz, así que cuando estamos tristes, esa luz está más cerca de nosotros».

«Si la única oración que dijeras en toda tu vida fuera «gracias», sería suficiente».

«La oración más poderosa, casi omnipotente, y la obra más digna de todas es el resultado de una mente tranquila. Cuanto más tranquila, más poderosa, más digna, más profunda, más reveladora y más perfecta será la oración. Para la mente tranquila, todo es posible. ¿Qué es una mente tranquila? Una mente tranquila es aquella sobre la que nada pesa, nada preocupa, que, libre de ataduras y de toda búsqueda de sí misma, está totalmente integrada con la voluntad de Dios y muerta a su propia voluntad.»

«Dios no quiere nada de ti, excepto el don de un corazón en paz».

Referencias

Ninian Smart. Eckhart, Meister. Encyclopedia of Philosophy.

REALE, Giovanni; ANTISERI, Dário. História da Filosofia: Patrística e Escolástica. Vol. 2. São Paulo: Paulus, 2005.

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