Fenomenología de Husserl

Edmund Husserl nació en Prossnitz en 1859. Estudió física, matemáticas, astronomía y filosofía y su actividad docente (filosofía) se desarrolló en las ciudades de Halle desde 1887, Götingen desde 1901 y Friburgo desde 1916 hasta que se jubiló en 1928. Murió el 26 de abril de 1938 y dejó muchos escritos inéditos.

En 1901, por primera vez, Husserl presenta su método de análisis que llamó fenomenológico, en sus Investigaciones Lógicas. Y en 1913 publicó su obra más conocida: Ideas para una fenomenología pura y para una filosofía fenomenológica.

¿Qué es la fenomenología?

La fenomenología es un método filosófico desarrollado por Husserl que consiste en describir los fenómenos tal y como aparecen a la conciencia. La fenomenología busca encontrar la esencia de estos fenómenos, por lo que Husserl también la define como la doctrina universal de las esencias.

Uno de los objetivos de la fenomenología es apartar a la filosofía de toda especulación metafísica abstracta, y de sus pseudoproblemas, para entrar en contacto con las cosas mismas, con la experiencia viva concreta.

Los fenomenólogos destacaron la necesidad de una renovación filosófica, proponiendo que no se vinculara a ninguna tradición filosófica, sin dogmatismos, ni premisas metafísicas a priori.

La fenomenología de Husserl nunca estableció un conjunto de dogmas ni construyó un sistema unitario. Es una forma radical de hacer filosofía, una práctica, más que un sistema. Se entiende mejor como un estilo radical y antitradicional de filosofar, que hace hincapié en la intención de llegar a la verdad y describir los fenómenos.

Los principales conceptos de la Fenomenología de Husserl

Podemos destacar algunos conceptos clave del método fenomenológico:

  • Conciencia e intencionalidad;
  • Fenómeno;
  • Esencia;
  • epoché;
  • reducción eidética;

Conciencia e intencionalidad

En la fenomenología de Husserl, la intencionalidad significa simplemente que toda conciencia es conciencia de algo, siempre está dirigida hacia un objeto.

Cuando alguien imagina, piensa, percibe, recuerda, siempre imagina, piensa o percibe algo.

Según Sokolowski:

El énfasis en la intencionalidad (la conciencia es siempre conciencia de algo) sirve para contrastar con la tradición cartesiana, hobbesiana y lockiana que enseñaba que sólo éramos conscientes de nosotros mismos o de nuestras ideas. La conciencia, en este sentido, es como una caja cerrada, que nos impide conocer las cosas «de fuera». […] De ahí la importancia de insistir en que la conciencia es siempre conciencia de algo.

Introduccion a La Fenomenología – Robert Sokolowski

La conciencia, en su acto de conocer, debe prestar atención al «fenómeno en sí mismo«, a lo que realmente aparece y al modo en que aparece, sin interferencias. De ahí que el autor afirme la necesidad de la «epochè», o reducción fenomenológica.

¿Qué es el fenómeno?

El término fenómeno procede de la palabra griega phainomenon, que significa «lo que aparece», «lo que se muestra».

Fenómeno no significa algo aparente, o lo que oculta la cosa en sí. No hay algo detrás del fenómeno, como afirma la Metafísica. La fenomenología no busca algo más allá de lo que se muestra.

El fenomenólogo puede investigar, por ejemplo, el fenómeno religioso, el fenómeno moral, los fenómenos de la ira, de la simpatía, de la imaginación, del miedo, del arte, etc, etc.

¿Qué es el epoché?

Husserl propuso para su método la suspensión del juicio (epoché, en griego), o la puesta entre paréntesis de la actitud natural y de todo acto intencional de posicionamiento del mundo, que supone la existencia del mundo, hasta que el filósofo entre en el dominio de la pura subjetividad trascendental.

Es decir, el filósofo necesita salir de su actitud natural, que es la actitud en la que todos nos encontramos en la vida cotidiana, y entrar en la actitud fenomenológica para aprehender el fenómeno tal y como se presenta a la conciencia, tal y como es realmente, sin importarle las opiniones sobre el mismo.

En este sentido, la epoché es el primer paso hacia la filosofía.

La epoché es muy importante para que la fenomenología se convierta en una ciencia rigurosa, que se dirija a las cosas tal y como son originalmente. Tal camino significa suspender el juicio del sujeto conocedor; todos los gustos, concepciones, imaginaciones y creencias (ya sean de la filosofía, la ciencia o el sentido común) deben ponerse entre paréntesis para llegar al fenómeno en su pureza.

El concepto de epoché no significa que el filósofo dudará de todo (como en el método cartesiano), sino que suspenderá provisionalmente el juicio.

Para Husserl, lo único que no puede ponerse entre paréntesis, por ser precisamente indubitable, una realidad evidente y absoluta, es la conciencia.

¿Qué es la reducción eidética?

La reducción eidética consiste en reducir los fenómenos dados a la conciencia a sus esencias objetivas (eidos).

Después de suspender el juicio y todas las preconcepciones (epoché), el filósofo realizará esta reducción eidética, que es propiamente la descripción del fenómeno tal como se da a la conciencia. Es un ejercicio hermenéutico, de interpretación, para captar la esencia del fenómeno investigado.

La fenomenología no es una ciencia centrada en los hechos, sino en las esencias. Cuando la fenomenología se propone investigar el fenómeno religioso, por ejemplo, buscará la esencia de este fenómeno, es decir, lo que hace que este fenómeno sea considerado religioso y no otra cosa.

¿Qué son las esencias?

Las esencias son el objeto de estudio del investigador que, en su investigación, no puede interferir en el momento de conocerlas. Debe comportarse ante ellos como un espectador imparcial.

Sólo la lógica presenta las verdades evidentes, porque sus leyes se refieren a procesos ideales, buscando las esencias ideales e intemporales: son los contenidos liberados de su contingencia.

La esencia es el modo típico de aparición de los fenómenos; éstos, a su vez, son los casos particulares de la idea. Así, las esencias no son conceptos reales, sino ideales, que sólo se captan mediante la intuición.

Para Husserl, la vía de conocimiento de las esencias es la llamada intuición eidética, que se produce de forma inmediata; la intuición de una esencia es lo que permite hablar de proposiciones universales y necesarias.

La lógica en el pensamiento de Husserl

Husserl llega a la idea de que la filosofía puede entenderse como un conocimiento exacto, como una ciencia rigurosa; para ello, una teoría debe erigirse a partir de datos concretos innegables, que sean evidentes y estables. Y Husserl encuentra en la lógica el fundamento sobre el que la filosofía podría alcanzar el estatus de ciencia rigurosa.

La lógica, para Husserl, no es un conocimiento estático, sino un conocimiento dinámico y vivo que ofrece fundamentos para el razonamiento correcto, para la verdadera aprehensión de las cosas; la lógica no es normativa, aunque ofrece bases para las ciencias normativas.

Para Husserl, es necesario saber qué es algo para luego llegar a ello; «saber qué es algo» significa conocer su verdad, y lo que es verdadero debe ser absoluto en sí mismo.

En este sentido, el psicologismo y el empirismo erran al relacionar la verdad con la contingencia humana: lo empírico psíquico no alcanza la exactitud de la lógica. A partir de esta idea sobre la lógica, se abre el camino para comprender el núcleo de la fenomenología de Husserl: la ciencia de las esencias.

Referencias

ROVIGHI, S. V. História da Filosofia Contemporânea. São Paulo: Loyola, 1999.

G. Reale, D. Antiseri. História da filosofia, 6: de Nietzsche à Escola de Frankfurt. São Paulo: Paulus, 2006

Un comentario

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  1. es quizás uno de los mejores artículos que encontré sobre el tema. corto, concreto, conciso y muy muy claro para los que somos ignorantes que queremos saber, que queremos aprehender. muchas gracias.