Ética moderna: resumen

El Renacimiento marca el fin de la Edad Media, y con él surgen nuevas formas de pensar. En la Edad Media teníamos la cosmovisión teocéntrica en la que Dios ocupaba el centro de todas las reflexiones filosóficas.

En la Edad Moderna, con la aparición del movimiento humanista, el hombre ocupó el centro de interés, y el teocentrismo fue sustituido por el antropocentrismo, y la fe por la razón.

Por lo tanto, las principales características de la ética moderna son:

  • Defensa de la autonomía intelectual y moral de los individuos;
  • Ética fundamentada solo por la razón (sin religión) en armonía con la naturaleza humana;

Los principales representantes de la ética moderna son:

  • David Hume;
  • Kant;
  • Jeremy Bentham y John Stuart Mill;

Veamos brevemente el pensamiento ético de estos filósofos.

David Hume

El filósofo escocés David Hume fue un empirista crítico del racionalismo cartesiano que contribuyó en gran medida a los debates sobre el conocimiento humano y la ética moderna.

Hume escribió una obra titulada Tratado de la Naturaleza Humana, en la que elaboró su moral de los sentimientos.

Para Hume, lo que determina la voluntad son las pasiones y no la razón; nuestras acciones morales están relacionadas con los sentimientos de aprobación o desaprobación y las sensaciones de placer, dolor y remordimiento.

Por lo tanto, la razón sólo se ocupa de lo que se puede determinar como verdadero o falso, haciendo juicios de hecho, mientras que los actos morales requieren juicios de valor.

Kant

La Ilustración, movimiento intelectual del siglo XVIII, propuso nuevas formas de pensar. Para la Ilustración, el hombre debe guiar toda su vida por la «luz de la razón», y ya no por las opiniones filosóficas dominantes o las tradiciones religiosas que se nos imponen.

Kant fue uno de los principales representantes de la Ilustración y de la ética moderna. Su ética se basará en la defensa de la autonomía intelectual de los individuos.

En su obra Crítica de la razón práctica y Fundamentación de la metafísica de las costumbres, Kant afirma que la razón humana es legisladora, es decir, es capaz de crear normas morales universales, ya que todos los seres humanos tienen la razón en común. Todas las normas morales deben proceder de la razón, y sólo de la razón.

Para Kant, las normas morales deben seguirse como deberes. La persona que sigue una norma ética hace lo que la razón humana ha determinado como correcto. En La Fundamentación de la metafísica de las costumbres, Kant dice:

Obra sólo según aquella máxima por la cual puedas querer que al mismo tiempo se convierta en ley universal

A esta exigencia Kant la llama imperativo categórico. Es «imperativo» porque el individuo debe obedecerlo necesariamente en cualquier situación, porque procede de la razón y sirve para guiar nuestras acciones.

Hay dos tipos de imperativos:

  • Imperativo hipotético: que ordena una acción determinada como medio para alcanzar un fin, alguna otra cosa, por ejemplo, el placer, la felicidad, etc.
  • Imperativo categórico: significa una acción que es necesaria en sí misma, en este caso la acción es buena en sí misma, no tiene como objetivo otra cosa.

Es decir, nuestras acciones deben tener como criterio el principio de universalización; el individuo debe preguntarse siempre si esa acción que ha realizado podría universalizarse sin perjudicar de alguna manera a la humanidad. Si no se puede universalizar, no se puede considerar moralmente correcto.

Para Kant, debemos educar nuestra voluntad, porque puede verse afectada por diversas inclinaciones (deseos, pasiones, miedos, etc.). Educar la voluntad es hacer que se guíe sólo por la razón. En la naturaleza todo está regido por leyes, la naturaleza no tiene libertad, sólo el hombre tiene la capacidad de elegir cómo actuar, y la ética tiene la función de presentar filosóficamente la mejor manera de actuar.

La ética kantiana se llama ética formal, formalista, porque determina el deber como una regla universal sin tener en cuenta la situación o condición concreta de cada individuo.

Ética formalista también porque Kant nos presenta la forma general que debe tener una acción para ser considerada moralmente correcta (imperativo categórico), pero no dice nada sobre el contenido, no aclara cómo debemos actuar en situaciones concretas.

Kant rechaza la antigua ética griega y la ética cristiana medieval, porque sostenían que la acción humana estaba condicionada por la búsqueda de la felicidad, el placer, la obediencia a Dios, etc. Kant pretendía construir una ética en la que el hombre debía actuar simplemente por deber, y no por recompensas o castigos divinos.

John Stuart Mill y Bentham

La ética utilitarista, creada y desarrollada por los filósofos Jeremy Bentham y Stuart Mill, establece que el bien es lo que hace posible la felicidad y lo que nos aleja del dolor y el sufrimiento. Estos filósofos creían que la ética debía pensarse en su aspecto social, es decir, que la noción ética de la felicidad y el bien es la que beneficia al mayor número de personas.

Esta ética se asemeja al principio hedonista que sostiene que la felicidad consiste en el placer, pero en el utilitarismo añade la importancia del social. Stuart Mill criticó bastante las teorías egoístas muy difundidas por los liberales clásicos, por eso él defendía un liberalismo de naturaleza más democrática. Mill fue uno de los defensores del derecho de voto para las mujeres.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

once + 12 =