Heráclito de Éfeso fue un importante filósofo de la época presocrática, cuya principal tesis filosófica es que la realidad cambia constantemente.
Biografía
Aunque no se dispone de datos exactos sobre la fecha de nacimiento o muerte de Heráclito, está ampliamente aceptado que vivió en la ciudad de Éfeso entre los siglos VI y V a.C. Además, se especula con que era aristócrata y descendiente de los fundadores de la ciudad de Éfeso.
Diógenes Laercio cuenta que Heráclito era un hombre reservado y de temperamento fuerte; se negaba a participar en la vida pública, criticaba a los ciudadanos de su propia ciudad y se burlaba de los filósofos y poetas griegos. Su misantropía le llevó a vivir aislado en las montañas.
Según una fuente antigua, los ciudadanos griegos le habrían pedido que redactara leyes para la ciudad. Sin embargo, rechazó inmediatamente la oferta, prefiriendo en su lugar jugar con los niños en el templo de Artemisa.
Debido a su personalidad altiva, los griegos crearon diversas historias destinadas a ridiculizarlo, por lo que resulta difícil distinguir lo que es cierto o no sobre su vida.

Obras
La principal obra atribuida a Heráclito se titula Sobre la naturaleza. Algunos fragmentos de esta obra se conservan en forma de aforismos. El contenido de estos aforismos es bastante enigmático, difícil de entender, lo que le valió a Heráclito el sobrenombre de Filósofo Oscuro.
Escribió su obra de forma oscura con la intención de atraer únicamente a lectores de prestigio e influencia, y ahuyentar a esos lectores desagradables y burlones que creen estar leyendo algo fácil, cuando en realidad no entienden nada.
Según Diógenes, el principal historiador de los filósofos antiguos, la obra de Heráclito estaba dividida en tres partes, o tres temas:
- Sobre el universo;
- Sobre la política;
- Sobre la teología;
Movilismo universal
Para Heráclito, todo está en constante transformación. No hay nada en el mundo que tenga estabilidad ontológica. Por eso decía: πάντα ῥεῖ (panta rei), es decir, todo cambia, todo fluye. Ni siquiera existe un ser que sea fijo e inamovible. Esta tesis filosófica se conoce como movilismo universal.
Para Heráclito, todo está en constante cambio. No hay nada en el mundo que tenga estabilidad ontológica. Por eso dijo: πάντα ῥεῖ (panta rei), es decir, todo cambia, todo fluye. No hay ni siquiera un ser que sea fijo e inamovible.
Para él, no era posible bañarse dos veces en el mismo río, porque las aguas no serían las mismas, ni la persona sería la misma. En uno de sus fragmentos, afirma:
Descendemos y no descendemos a un mismo río; nosotros mismos somos y no somos.
En el ámbito de las ideas, Parménides fue el principal oponente de Heráclito, porque defendía la inmovilidad, es decir, la idea de que nada cambia.
La armonía de los opuestos
Según Heráclito, todo cambio implica la transformación de un contrario en otro. Por ejemplo, una cosa fría se calienta, y la caliente se enfría de nuevo; una persona sana enferma, y viceversa. El mundo se caracteriza por esta guerra de contrarios. Dijo:
La guerra es la madre y la reina de todas las cosas.
Pero esta guerra es también paz y armonía. Todo se transforma en su contrario y en ello consiste la armonía; como si la realidad se reconciliara consigo misma. Afirmó:
Todo lo que se caracteriza como oposición se reconcilia, de las cosas diferentes nace la más bella armonía, y todo nace a través de los contrastes.
Es en la guerra de los opuestos donde encontramos el sentido de las cosas. El hambre da sentido a la saciedad; la enfermedad muestra el valor de la salud; el cansancio muestra lo dulce que es el descanso. Si no hubiera injusticias, dijo, ignoraríamos la propia noción de justicia.
La más bella armonía cósmica es similar a un montón de cosas arrojadas juntas.
La tesis de la armonía de los contrarios llevó a Heráclito a ser considerado el padre de la dialéctica.
Dios
El concepto de Dios en el pensamiento de Heráclito sigue las premisas de su tesis filosófica de la armonía de los contrarios. Para él, Dios es el día y la noche, el invierno y el verano, la guerra y la paz, etc. En uno de los fragmentos dice:
Para Dios todo es bello, bueno y justo; los hombres, sin embargo, juzgan algunas cosas como injustas y otras como justas.
El fuego como arché
Heráclito concebía el fuego como arché, es decir, como el principio fundamental del cosmos. Según su teoría, todas las cosas serían transformaciones del fuego.
Este mundo, el mismo para todos, ningún dios ni hombre lo hizo. Sino que ha sido siempre y es y será un fuego siempre vivo, que se enciende según medidas y se apaga según medidas.
Esto se debe a que el fuego parece estar en constante movimiento, es la vida que se sustenta en la muerte del combustible, lo convierte todo en cenizas y representa tanto la necesidad como la saciedad.
Logos
Este fuego es como un rayo que gobierna el cosmos, por lo que también es Logos (razón, inteligencia).
La noción de Logos en Heráclito se interpreta como constitutiva de la realidad. Aunque todas las cosas parecen ser múltiples y distintas, están unidas en un amplio sistema complejo y coherente, en el que se integran los propios hombres.
Sólo una cosa es sabia: conocer el pensamiento que gobierna todo a través de todo.
Entre otras cosas, el Logos es el principio organizador de los opuestos. A través del Logos, los opuestos se armonizan de forma proporcional y equilibrada.
La noción explícita de Logos, es decir, razón/inteligencia en Heráclito, es bastante innovadora en comparación con los filósofos que le precedieron.
La teoría del alma
Para el filósofo oscuro, el alma humana era fuego.
El sabio poseía un alma más seca, mientras que el necio tenía un alma húmeda.
Su filosofía del alma coincide con las ideas órficas. Heráclito parecía defender la idea de que la vida corporal sería la muerte del alma, y la muerte del cuerpo, la vida del alma.
También abogó por las recompensas o los castigos después de la muerte.
Cuadro sinóptico
Filósofo | ![]() Heráclito de Éfeso |
Nacimiento – Muerte | VI a V a.C. |
Obras | Sobre la naturaleza |
Periodo | Presocrático |
Escuela/Doctrina | Escuela Jónica |
Ideas principales | Movilismo, armonía de los contrarios, logos, fuego como arché. |
Influenciado por | Escuela de Mileto |
Influyó | Parménides, Empédocles, Demócrito, Platón, Aristóteles, Hegel |
Referencias
BORNHEIM, G.A. (Org.). (1998). Os filósofos pré-socráticos. São Paulo: Cultrix.
KIRK, G.S., RAVEN, J.E., & SCHOFIELD, M. (1983). Os Filósofos Pré-Socráticos: história crítica e seleção de textos. Lisboa: Fundação Calouste Gulbenkian.
REALE, G., & ANTISERI, D. (2007). História da Filosofia: Filosofia Pagã e Antiga. Vol. 1. São Paulo: Paulus.
Cómo citar este artículo
APA:
Vieira, S. (2021, agosto 29). Heráclito de Éfeso. Filosofia do Início. Recuperado de https://filosofiadoinicio.com/es/heraclito-de-efeso-ideas/.
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