El mito y la filosofía son dos polos distintos, pero guardan cierta relación: ambos tratan de presentar explicaciones a los fenómenos sociales o naturales de nuestro universo.
La filosofía surgió en la antigua Grecia con el primer filósofo llamado Tales de Mileto. El nacimiento de la Filosofía se produjo tras la ruptura con el mito, es decir, después de que los antiguos pensadores griegos presentaran explicaciones sobre el origen y los fenómenos del mundo sin recurrir a los dioses ni a las fuerzas sobrenaturales, sino únicamente haciendo uso de la razón y la lógica.
¿Qué es el mito?
El término mito procede de la palabra griega μυθος (mythós) que deriva de un verbo griego cuyo significado es: narrar, contar, anunciar. El término mitología (μυθολογία: historia, leyendas) es una combinación de la palabra mythós y logia (λογία: estudio), que significa estudio de los mitos.
Por tanto, el mito es una narración tradicional que trata de explicar el origen de un pueblo, un fenómeno natural o social a través de elementos simbólicos o fantásticos.
A veces, los mitos se presentan como procedentes de una revelación divina. Con ello, el mito adquiere un estatus de verdad absoluta, una verdad que ni siquiera puede cuestionarse.
Es importante señalar que el mito a veces utiliza hechos reales. Un mito puede basarse en hechos reales o en personas que existieron realmente en la historia y desempeñaron un papel importante para ese pueblo en ese periodo concreto. Por tanto, el mito no es una fábula o un «cuento de hadas».
Podemos clasificar los mitos de dos maneras:
- Teogonías: mitos que narran el nacimiento de los dioses y su filiación;
- Cosmogonía: relatos míticos que narran el origen y desarrollo del mundo y cómo este origen se relaciona con los dioses.
La diferencia entre mito y filosofía
La diferencia entre mito y filosofía radica en la forma de explicar: el mito recurre a relatos fantásticos o sobrenaturales para explicar una realidad dada, mientras que la filosofía sólo utiliza la razón (logos), la experiencia y la argumentación lógica y sistemática.
Basada en la observación y la reflexión, la filosofía trata de explicar hechos de nuestra realidad sin recurrir a factores que no puedan ser sometidos al tamiz de la razón. La diferencia entre mito y filosofía, por tanto, es notable.
Para aclarar la diferencia entre ambos, basta recordar lo que hizo Tales de Mileto. Este pensador, considerado el primero en hacer filosofía, trató de explicar el origen del mundo no citando la intervención de dioses o fuerzas sobrenaturales, sino de un elemento que creía fundamental: el agua.
Tales propuso que el mundo se originó a partir del agua. Hoy puede parecer una hipótesis ingenua, pero conviene señalar que este pensador basó su visión en la observación de la importancia del elemento agua para la vida en la Tierra. Se dio cuenta de que varias cosas en el mundo estaban húmedas, incluida nuestra comida. No le costó mucho esfuerzo darse cuenta de que el agua es un elemento fundamental para la vida animal. Por lo tanto, el pensador de Mileto llegó a la conclusión de que todas las cosas derivan del agua.