Apariencia y realidad en filosofía

Apariencia y realidad son conceptos sobre los que han problematizado varios filósofos de distintas épocas.

¿Conocemos la realidad tal como es en sí misma? O, como sujetos de conocimiento limitado que somos, ¿sólo conocemos las apariencias de las cosas?

¿Qué es la apariencia en filosofía?

En filosofía, el término apariencia, que procede del griego «φαινόμενoν» (también traducido como «fenómeno»), tiene los siguientes significados:

  • ocultación de la realidad;
  • manifestación o revelación de la realidad;

La apariencia como ocultación de la realidad

En el primer sentido, la apariencia representa aquello que oculta una realidad. En este sentido, se supone que las cosas tienen una dimensión que puede ser conocida por el ser humano (la apariencia) y otra dimensión inaccesible (la cosa en sí).

La apariencia, en este caso, sería un obstáculo para el verdadero conocimiento, ya que si sólo conocemos la apariencia de la cosa, se deduce que nuestro conocimiento es extremadamente limitado. Sólo podríamos alcanzar el verdadero conocimiento si pudiéramos ir más allá de la mera apariencia y alcanzar la cosa tal como es en sí misma.

Pero, ¿pueden nuestros sentidos (vista, oído, tacto…) y nuestro intelecto alcanzar la realidad misma? Muchos filósofos decían que eso era imposible, que entre nosotros y el mundo exterior hay un abismo infranqueable.

Esta separación entre apariencia y realidad es muy discutida por la metafísica desde Parménides. Parménides afirmaba que el ser es inmutable, inamovible y uno. Sobre los cambios evidentes que vemos que ocurren todo el tiempo en nuestro mundo, Parménides respondía que sólo era una ilusión de nuestros sentidos; si basamos nuestro conocimiento en el mundo sensible estaremos en el camino del error, porque el mundo sensible cambia constantemente, pero el verdadero conocimiento no se basa en lo que no tiene estabilidad, permanencia.

Del mismo modo, Platón sostenía que nuestro mundo sensible es una copia imperfecta de un mundo ideal perfecto. Y que del mundo sensible sólo podríamos tener verosimilitud o conocimiento probable.

La apariencia como revelación de la realidad

Por otra parte, hay filósofos que sostienen que las apariencias (fenómenos) no ocultan ni esconden ninguna realidad detrás de las cosas porque no hay nada más allá de la apariencia. La apariencia, en este caso, es la propia manifestación o revelación de la realidad.

En la Filosofía Moderna, con el advenimiento del empirismo, se produce una revalorización de las apariencias. Hobbes, por ejemplo, afirmaba que «de todos los fenómenos que nos rodean, el más maravilloso es precisamente la apariencia». La apariencia sensible es, para los empiristas, el fundamento del conocimiento humano.

En la Filosofía Contemporánea, con la fenomenología, ya no se distingue entre apariencia y realidad. Tratando de superar los viejos problemas de la metafísica, la fenomenología aboga por un retorno a las cosas mismas, es decir, a los fenómenos tal y como se manifiestan a nuestra conciencia.

Referencias

ABBAGNANO, Nicola. Dicionário de Filosofia. São Paulo: Martins Fontes, 2007.

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