Acto y potencia según Aristóteles: definición y ejemplos

Acto y potencia son conceptos fundamentales en la Metafísica de Aristóteles. Estos dos conceptos metafísicos sirven para solucionar el gran problema en la historia de la filosofía antigua, en que los filósofos presocráticos, antecesores de Aristóteles, buscaron resolver: el problema del cambio.

¿Todo cambia, como decía Heráclito, o el cambio es solo una ilusión de los sentidos, como afirmaba Parménides? Aristóteles retomó ese debate y propuso una nueva forma teoría.

Para Aristóteles, el cambio no es una mera apariencia o ilusión, sino que existe realmente. Para explicarlo, Aristóteles recurrió a los principios metafísicos de acto y potencia.

Según Aristóteles, todo cambio implica el paso de la potencia al acto. ¿Qué significan estos conceptos?

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¿Qué es el acto?

El acto significa el ser ya realizado, o sea, aquello que un ser ya es en un determinado momento. Por ejemplo, una semilla es semilla en acto; un niño es niño en acto.

Las cosas existentes en el mundo tienen posibilidades de cambiar, de transformarse, y es justamente esta posibilidad de sufrir cambios que Aristóteles llamará de potencia.

¿Qué es la potencia?

Según Aristóteles, la potencia significa lo que en ese momento no es, pero que puede llegar a ser. En otras palabras, la potencia es una simple posibilidad de que algo se convierta en otra cosa, o de que sufra un cambio, por simple que sea.

Por ejemplo, la semilla en acto tiene potencia para convertirse en un árbol; y el niño tiene potencia para hacerse adulto. Cuando la semilla se convierte en árbol, podemos decir que es árbol en acto, y no más en potencia; y el adulto ya no es niño en acto.

La potencia está relacionada con la naturaleza de los seres, por ejemplo, un perro no tiene potencia para volar; un hombre no tiene potencia para correr más de 150 km/h. La naturaleza de cada uno limita sus propias posibilidades.

Ejemplos de acto y potencia

Vea otros ejemplos que ilustran los conceptos de acto y potencia, y perciba como tales conceptos pueden ser aplicados a todo que existe, y de diversas formas.

  • Un hombre que está sano en acto, tiene la potencia de enfermarse;
  • Un clima con un cielo despejado en acto, tiene la potencia de nublarse;
  • Un objeto que está en una mesa en acto, puede estar potencialmente en la silla;
  • Una lámpara apagada no emite luz en acto, pero tiene potencia para emitir;
  • Una pared del color blanco en acto, tiene el potencial de ser pintada de otro color;

Aristóteles contra Heráclito y Parménides

Según la teoría filosófica de Heráclito, no es posible bañarse en el mismo río dos veces, porque el río deja de ser el mismo con el movimiento, con el paso del tiempo. La realidad, para él, está en constante cambio.

Para Parménides, el ser es estático, inmóvil, uno. El movimiento no existe, porque el cambio implica el paso del ser al no ser, lo cual es imposible. El ser no puede reducirse a la nada. El ser siempre es, de ahí su famosa frase: el ser es, y el no-ser no es.

¿Cómo explica Aristóteles el movimiento?

Aristóteles intentó conciliar las tesis de estos dos filósofos: no niega que existan cambios, ni tampoco una cierta inmutabilidad del ser, como sostenía Parménides. Aristóteles resume estas posiciones de la siguiente manera:

Para que una cosa cambie, debe realizar lo que, en su naturaleza, es posible. El mármol, por ejemplo, tiene el potencial de convertirse en una estatua. Esta posibilidad se encuentra ya en el propio mármol. Parménides no se dio cuenta de que los seres sensibles no son acto puro, que tienen posibilidades de llegar a ser, es decir, potencia. Sí, los seres pueden sufrir cambios sin dejar de ser. El cambio no es un paso del ser a la nada, sino del ser a una nueva forma de ser.

Como hemos visto, todo lo que existe en el mundo es una sustancia compuesta de materia y forma (sinolo). La materia está relacionada con la potencia, ya que es un principio indeterminado; y la forma es el acto, el principio de la determinación.

Cuando una sustancia sufre un cambio, pierde su antigua forma y adquiere una nueva (determinación). Lo que implica este movimiento es que hay un sustrato que no cambia, que es el propio sujeto que pierde y gana una nueva forma. Esto refutaría la tesis de Heráclito, ya que demostraría que no todo está en constante movimiento.

Sólo un ser que no tiene materia en su composición no es capaz de sufrir alteraciones, este ser es el acto puro, que Aristóteles llama el primer motor inmóvil.

¿Qué es necesario para que este cambio ocurra?

Para que ocurra un movimiento, es necesario que un ser en acto actualice la potencia contenida en un ser.

Para que el bronce se convierta en una estatua es necesario que un escultor (causa eficiente) actualice su potencialidad. Para que un cambio ocurra, se necesita una causa.

Cómo citar este artículo

APA:
Vieira, S. (2021, agosto 04). Acto y potencia según Aristóteles: definición y ejemplos. Filosofia do Início. Recuperado de https://filosofiadoinicio.com/es/acto-y-potencia/.

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