El pensamiento cartesiano

Descartes es considerado el padre de la filosofía moderna, y uno de los más importantes filósofos racionalistas de la historia. Él realizó una verdadera revolución filosófica. ¿Pero en qué consiste el pensamiento cartesiano?

El contexto histórico de Descartes

René Descartes fue un gran filósofo y matemático moderno. Nació en Francia en el año 1596 y murió en el año 1650. Vivió durante el período de gran renacimiento cultural y filosófico que tuvo lugar en Europa durante el siglo XIV-XVI.

Descartes fue influenciado por el creciente avance científico que ocurría en aquel momento en Europa, y como muchas teorías científicas tradicionales estaban siendo derribadas, se creó un ambiente bastante escéptico en los círculos intelectuales de su época. En consecuencia, incorporó la duda como uno de los principios fundamentales de su método filosófico.

Para él, si el hombre desea alcanzar la verdad, entonces debe investigar su propio conocimiento, y para eso, es necesario poner la «verdad» en cuestionamiento.

¿Qué es el pensamiento cartesiano?

El discurso del método

En su obra, denominada «El Discurso del Método», Descartes expone los métodos necesarios para alcanzar el conocimiento completo y racional. Su método filosófico-matemático se basa en un encadenamiento racional de ideas.

Según Descartes, las cuatro reglas principales que deben seguirse para alcanzar el verdadero conocimiento son:

  1. Regla de la evidencia: No debemos admitir las cosas como verdaderas, siempre debe haber la posibilidad de dudar. Se debe aceptar solo aquello que sea «evidente».
  2. Regla del análisis: cada duda debe ser desmembrada, para poder remediar todas las dificultades.
  3. Regla de la síntesis: iniciar nuestro pensamiento a partir de las cosas más simples y de fácil comprensión, para después, entender cosas más complejas y difíciles.
  4. Regla del desmembramiento: se debe analizar bien las cosas y enumerarlas, para que nada sea olvidado.

¿Cuál es la importancia de la duda para el pensamiento cartesiano?

La «duda» está presente en las 4 reglas del método de Descartes, siendo la primera:

  1. duda del objeto conocido;
  2. la segunda, la «duda de duda»;
  3. la tercera, duda de lo que no conocemos bien;
  4. y la cuarta, la duda de las 3 primeras reglas;

El método altamente racional y un tanto escéptico de René Descartes hizo que la duda fuera el tema central de su pensamiento y eso lo llevó a una conclusión acerca de su existencia: «Pienso, luego existo«.

Descartes lanzó sus dudas sobre todo aquello que no le parecía evidente. Su objetivo era alcanzar una verdad indudable, pues lo que él aprendió desde la infancia fueron verdades pasadas por la tradición y forzadas por la autoridad religiosa o social.

Incluso dudó de la existencia de su cuerpo y del mundo material. Entonces, después de mucho dudar, él llegó a la conclusión de que no podría dudar solo de una cosa: de la certeza de que él piensa, de que es una sustancia pensante, res cogitans.

La sustancia divina res infinita

A certeza da realidade material

Después de reconocer la sustancia pensante, Descartes reconoce la sustancia divina res infinita, esto porque, anteriormente él había pensado en la idea de «perfecto» y llegó a la conclusión que él era «imperfecto» y que, por lo tanto, solamente un ser perfecto (Dios) podría haber puesto en él la idea de la perfección.

La perfección de Dios se refiere a su naturaleza no engañosa y veraz.

Después de admitir la idea de Dios, Descartes admite la existencia de la realidad material, res extensa. Dios asegura el conocimiento verdadero de las cosas, la conciencia garantiza el conocimiento de la realidad que estoy insertado. Es decir, el mundo material, por más que no sea evidente, está asegurado por la existencia de Dios. El mundo no es una ilusión, porque Dios nunca nos engañaría.

Si hay Dios, hay una conexión entre el conocimiento cognitivo y la realidad.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

15 + dieciseis =